Dentro del resumen de la jornada, Point de vue comenta el estilismo de Letizia, que escogió un vestido azul celeste firmado por María Barragán y unos pendientes aguamarina que eran un guiño a Leonor. “Desde hace varios años, Letizia ha apostado por colores claros y sólidos con motivo de la fiesta nacional”, recuerda la publicación.
La revista se fija también en la actitud de Letizia hacia su hija, que por primera vez acudió a esta cita sin estar arropada por su hermana mayor. “Consciente de la ausencia de la principal confidente de la infanta Sofía, Letizia procuró permanecer a su lado durante toda la ceremonia”.
Point de vue, que recoge una fotografía de la reina poniéndole la mano a su hija en la espalda en un gesto de atención y protección, señala además que Letizia “se volvió varias veces en su dirección, haciéndole gestos de cariño”.
La cabecera gala describe a la reina como “una madre considerada que se preocupa por su hija menor, en quien ahora todos los ojos están puestos”.